martes, 17 de marzo de 2009

LA SOMBRA

Estamos en el planeta Tierra, concretamente en Italia. Yo vivo en Nápoles, y se podría decir que era un poco privilegiado. Voy a la escuela La Salle de Nápoles. Pues ese día mis amigos me vinieron a buscar a casa. Esa tarde era muy fría, pero a nosotros nos daba igual, nosotros sólo pensábamos en jugar y jugar.
Entonces sin pensar nos pusimos a jugar al calcio (fútbol en español), que es un juego muy popular. Se estaba haciendo de noche y nosotros ya nos íbamos planteábamos dejar de jugar pero yo por mala suerte chuté y la pilota se fue a las nubes, mejor dicho al bosque. La pelota se metió en unas zarzas y tardé un par de minutos en sacarla de esos pinchos, porque iba con cuidado de no pincharla. Al girarme no había ningunos de mis amigos, pero no se podían haber ido, sus bicis estaban ahí…
Al subir la subida del bosque un gran viento me azotó y me hizo volar unos 5 metros y me quedé inconsciente.
Por suerte llovió el agua hizo que me pudiera despertar. Al levantarme ya era todo de noche, ninguna de las maravillosas y nuevas farolas funcionaba. El miedo cada vez se iba apoderando de mí, no paraba de correr y tampoco sabía porqué lo hacía, ni a dónde iba. Sólo me podía guiar por mi instinto de el pueblo porqué yo por suerte me lo conocía muy bien. Al cabo de un buen rato de correr frenéticamente un coche pasaba muy lentamente por mi lado, cómo si se quisiera pararse a mi lado antes de darme cuenta me tiré al lado de un arbusto largo alto que me tapaba, entonces vi que el coche seguía su camino, lo que pasaba era que se les había pinchado una rueda, y no podían ir a más velocidad.
Me quedé un rato ahí intentando descansar, y al poco tiempo me marché. Parecía que una voz intensa y grave me decía sin parar: “Christian”, ven aquí”, pero al girarme no había nadie. Buscaba a una persona que me ayudara, pero parecía que no hubiera nadie, parecía… que todo el pueblo hubiera desparecido !¡.
Al pensar esa idea empecé otra vez a correr otra vez, pero me tropecé esa voz se hacía cada vez más intensa…
Al girarme la vi, era una sombra enorme y parecía que pasaría lo peor…